CASTILLA Y LEON
Castilla y León es una
comunidad autónoma española constituida en
1983 cuyo territorio se sitúa en la parte norte de la meseta de la
península Ibérica y se corresponde mayoritariamente con la parte española de la
cuenca hidrográfica del Duero. Está compuesta por las provincias de
Ávila,
Burgos,
León,
Palencia,
Salamanca,
Segovia,
Soria,
Valladolid y
Zamora. Es la comunidad autónoma con mayor extensión de España y la tercera región más extensa de la
Unión Europea.
[3] Tal y como el
Estatuto de Autonomía de Castilla y León declara en su preámbulo (2007):
"La Comunidad Autónoma de Castilla y León surge de la moderna unión de los territorios históricos que componían y dieron nombre a las antiguas coronas de León y Castilla."
Estatuto de Autonomía de Castilla y León
[4] El
Estatuto de Autonomía define una serie de valores esenciales y símbolos de los habitantes de Castilla y León, como su patrimonio lingüístico (aludiendo a la lengua castellana y al resto de lenguas habladas en la comunidad: el leonés y el gallego) o su patrimonio histórico, artístico y natural. Entre los símbolos se encuentran el blasón, la bandera, el pendón, el himno (pese a que no existe), al tiempo que el
23 de abril queda definido como
Día de Castilla y León, en conmemoración de la derrota sufrida por los ejércitos de las Comunidades de Villa y Tierra
castellanas en la
batalla de Villalar durante la
Guerra de las Comunidades, en
1521.
Uno de los grandes rasgos a destacar es que en Castilla y León se encuentra más del 60% de todo el patrimonio (arquitectónico, artístico,...) existente en España.
[5] Lo que se traduce en:
8 bienes patrimonio de la humanidad, 112
conjuntos históricos, 400
museos, 300
castillos, de los cuales 16 son considerados de alto valor histórico,
[6] [7] 11
catedrales y la mayor concentración de
arte románico del mundo.
[8]
Según datos del
INE de
2007, su
índice de desarrollo humano (0.965),
[9] es el 4º mayor de España, y se encuentra por delante del de países como
Holanda,
Suecia y
Francia.
[10
CLIMA
Castilla y León tiene un
clima mediterráneo continentalizado, con inviernos largos y fríos, con temperaturas medias de entre 4 y 7 °C en enero y veranos cortos y calurosos (medias de 19 a 22º), pero con los tres o cuatro meses de aridez estival característicos del clima mediterráneo. La pluviosidad, con una media de 450-500 mm anuales, es escasa, acentuándose en las tierras más bajas.
- Factores climáticos
Debido a la barrera montañosa de Castilla y León, los vientos marítimos quedan frenados, deteniendo de ese modo las precipitaciones. Debido a eso, las lluvias caen de una manera muy desigual en el territorio castellano y leonés. Mientras que en el centro de la cuenca del Duero se registra una media anual de 450 mm, en las comarcas occidentales de los montes de León y la
cordillera cantábrica las precipitaciones llegan a los 1.500 mm al año.
EL CAMPO
- Uso del suelo cultivable
Vinos con Denominación de Origen de Castilla y León
Castilla y León dispone de una superficie agrícola cercana a los 5.783.831 hectáreas, lo cual supone más de la mitad del total de la superficie de su territorio total. La mayor parte de las tierras de labor son de secano, debido al clima y a las escasas lluvias. Sólo un 10% de la superficie se explota en régimen de regadío, con parcelas de producción intensiva, mucho más rentables que los cultivos de secano.
Pese al descenso de la población en las zonas rurales, la producción agrícola castellano y leonesa todavía representa un 15% del sector primario español y su media de ocupación es inferior a la de otras comunidades autónomas.
Típico campo de trigo castellano en la provincia de Segovia
- Tipos de cultivo
Castilla y León constituye una de las principales zonas cerealísticas españolas. Como el dicho popular dice: «
Castilla, granero de España». Aunque el cultivo por tradición más extendido era el trigo, desde la década de 1960 ha ido ganado terreno la producción de cebada. A estos dos cereales les siguen, en número de hectáreas cultivadas y volumen de producción, el centeno y la avena. Además de las leguminosas, como las algarrobas y los garbanzos, se ha extendido el cultivo del girasol en las campiñas meridionales.
El viñedo (56.337 ha) vio cómo decrecía considerablemente el número de sus hectáreas cultivadas durante las tres últimas décadas del siglo XX; sin embargo, la aplicación de las más modernas técnicas de crianza ha mejorado de modo notable los vinos castellanos y leoneses, que rivalizan en calidad con los de La Rioja y comienzan a ser conocidos fuera de las fronteras españolas. Las principales zonas vitivinícolas de la región son
D.O. Ribera del Duero,
D.O. Rueda,
D.O. Toro,
D.O. Bierzo,
D.O. Arribes y
D.O. Tierras de León. En las tierras de regadío se cultiva remolacha azucarera, un producto que ha estado subvencionado por las autoridades autonómicas, la patata, la alfalfa y las hortalizas. En la provincia de León también se siembran maíz, lúpulo y leguminosas.
- Activos agrarios
Castilla y León tiene unos 92.600 activos agrarios (alrededor del 10% de la población activa), de los cuales 88.000 están ocupados y un 5% del total se encuentra en paro, según datos de 2001.
Por provincias, la población ocupada agraria en Ávila es de 9.400 personas, en Burgos y en Palencia es de 8.100, en León trabajan en el sector unas 18.300 personas, en Salamanca unas 9.200, en Segovia unas 6.400, en Soria 5.600, en Valladolid 8.300 y en Zamora unas 14.600 personas. El sector agrícola y ganadero de la región representa el 7,6% del total en España.
Naturaleza
Flora y vegetación
Castilla y León tiene muchos
espacios naturales protegidos. Colabora activamente con el programa de la
Unión Europea Red Natura 2000. También existe alguna
Zona de especial protección para las aves.
Las
encina y
sabinas solitarias que ahora dibujan la llanura castellano y leonesa son restos de los
bosques que cubrieron hace tiempo estas mismas tierras. Las explotaciones agropecuarias, debido a la necesidad de tierras para el cultivo del cereal y de pastos para los inmensos rebaños de la Mesta castellana, supuso la
deforestación de estas tierras durante la
Edad Media. Los últimos bosques castellanos y leoneses de sabina se encuentran en las provincias de León, Soria y Burgos. Son bosques poco frondosos que pueden formar comunidades mixtas con encinas,
quejigo o
pino.
La vertiente castellano y leonesa de las montañas cantábricas y las estribaciones del norte del sistema Ibérico cuentan con una rica vegetación. Las laderas más húmedas y frescas están pobladas por grandes hayedos, cuya área de extensión puede alcanzar los 1.500 m de altitud. A su vez, el haya forma bosques mixtos con el tejo, el serbal, el mostajo, el acebo y el abedul. En las laderas de solana proliferan el roble albar, el
carballo, el
fresno, el
tilo, el
castaño, el
abedul y el pinar de Lillo, una especie típica del norte de la provincia de León.
En las laderas inferiores del sistema Central perviven amplias extensiones de encinar. A un nivel superior, entre los 1.000 y 1.100 m de altitud, abundan los castañares. Por encima de ellos predomina el roble pirenaico, muy resistente a los fríos, cuyo estrato se prolonga hasta los 1.700 m. Sin embargo, muchos robledales han desaparecido, talados por el hombre y sustituidos por pinos de repoblación. Los principales pinares nativos se encuentran en la sierra de Guadarrama. Las zonas subalpinas situadas entre los 1.700 y los 2.200 m acogen matorrales de piornos y enebros. Buena parte de la provincia de Salamanca, sobre todo en las comarcas de Salices y
Ciudad Rodrigo, está ocupada por dehesas, un tipo de bosque parecido al de las sabanas africanas, con encinas, alcornoques, quejigos y rebollos. La provincia de Salamanca y la de Valladolid en la región de
Rueda (Valladolid) cuenta también con los únicos olivares castellano y leoneses, ya que estos árboles no crecen en ninguna de las otras regiones de Castilla y León. También cabe destacar las regiones vinícolas con vinos de muy buena calidad como pueden ser los de
Toro, los de
Ribera del Duero (Valladolid, Burgos, Soria) los de
Rueda, o los de
Cigales.