jueves, 5 de mayo de 2011

MELILLA

Melilla (antiguamente conocida como Rusadir) es una ciudad autónoma de España, situada en el norte de África, a orillas del mar Mediterráneo, frente a la costa meridional de la península Ibérica. Es limítrofe con la región del Rif de Marruecos, concretamente con las comunas de Farjana (al norte y el oeste) y Beni Ansar (al sur), ambas pertenecientes a la provincia de Nador, y está próxima a Argelia.
La ciudad y sus territorios se extienden sobre 12,5 km2 de superficie en la parte oriental del cabo de Tres Forcas. Alberga una población de 75.000 habitantes[2] y presenta diversas particularidades fruto de su posición geográfica e historia, tanto en la composición de su población y sus actividades económicas, como en su cultura (fruto de la ejemplar convivencia de cristianos, musulmanes, judíos e hindúes).
El patrimonio arquitectónico de Melilla está considerado, junto con el de Barcelona, como uno de los mejores exponentes del estilo modernista español de principios del siglo XX. Melilla llegó a tener en esa época hasta 100.000 habitantes. Actualmente recibe diariamente una población flotante de los municipios marroquíes próximos a su hinterland que hacen que su población casi se duplique en algunas ocasiones.
Melilla se constituyó en ciudad autónoma en 1995, aunque ya fue reconocido su derecho a la autonomía en la Constitución española de 1978. Marruecos reivindica la ciudad como parte de su territorio junto con Ceuta y otros territorios españoles de menor entidad en el norte de África. El Gobierno de España nunca ha establecido negociaciones de ningún tipo, ya que considera a Melilla –al igual que los otros territorios norteafricanos– parte integrante del territorio nacional español.[3

Geografía


Mapa de Melilla.
Se sitúa al noroeste del continente africano, junto al mar de Alborán y frente a las costas de Granada y Almería. Se encuentra dispuesta en un amplio semicírculo en torno a la playa y el puerto, en la cara oriental de la península de cabo de Tres Forcas, a los pies del monte Gurugú y en la desembocadura del río de Oro, a 1 metro de altitud sobre el nivel del mar. El núcleo urbano originario era una fortaleza construida sobre un montículo peninsular de unos 30 m de altura.

Clima

De clima mediterráneo, templado y húmedo, con vientos de poniente y levante, también ocasionalmente viento del Sahara. Temperatura media anual 19 °C. Los inviernos son suaves en torno a los 12.8 °C en enero, siendo los veranos muy cálidos con una media en el mes de agosto de 25.2 °C. Las lluvias más intensas se concentran en los meses de invierno y primavera, mientras que el verano es una estación seca, registrándose 534 mm anuales de media.

 Demografía

La ciudad cuenta con una población de 73.460 habitantes (INE 2009), con la tasa de natalidad más alta de España, frente al índice de mortalidad que se sitúa como el más bajo de España.

Gráfica de evolución demográfica de Melilla entre 1900 y 2009
     Población de derecho (1900-1991) o población residente (2001) según los censos de población del INE.      Población según el padrón municipal de 2009 del INE.
El 45% de la población es originaria de la península Ibérica, de idioma español y tradición religiosa católica (Diócesis de Málaga). Otro 45% de los melillenses son musulmanes, mayoritariamente autóctonos de la zona del Rif donde se asienta Melilla; su idioma materno es el rifeño. Sin embargo, esta lengua no tiene reconocimiento oficial en la región, aún existiendo un artículo del estatuto de autonomía de la ciudad de Melilla en el que se exige la "promoción y protección de la lengua y cultura bereberes". Le sigue en importancia la comunidad judía con unos 1,000 habitantes, en su gran mayoría sefardíes expulsados por el régimen de los Reyes Católicos y la Inquisición Española de la península Ibérica. La comunidad judia en la ciudad disminuyó considerablemente en los últimos 40 años (en 1950 contaba con 7,000 habitantes).
Otros pobladores de Melilla son inmigrantes comerciales, como la pequeña comunidad hindú (que hace tiempo era significativa) o la china (hoy en día creciendo exponencialmente) o la inmigración ilegal como es el caso de la comunidad subsahariana o argelina. Existe, fuera de los libros, una tremenda población flotante de casi 30,000 personas, que siendo súbditos marroquíes, trabajan con permisos transfronterizos o incluso viven en la ciudad (con propiedades y negocios) con residencias permanentes aunque sin derecho a voto.

Etimología

El nombre de Melilla tiene una etimología incierta. Probablemente tenga origen árabe[cita requerida], pues el vocablo Mlilia es el utilizado por el árabe "dariya" de Marruecos para designar la ciudad. El vocablo utilizado por los rifeños autóctonos de la zona es Mbrich que viene de la raíz etimológica tamazight "Tamlilt" que significa literalmente "La Blanca", haciendo referencia a la piedra caliza de color blanco sobre la que se asienta Melilla. Es muy probable que la arabización del Rif asumiera este nombre "Tamlilt" y lo convirtiera en "Mliliat" cambiando la fórmula femenina del tamazight de la "t" inicial y final por la "ta marbuta" árabe ("t" final gráfica no fonética que hace que la palabra termine en un sonido "a"). Una vez que los castellano parlantes llegaron a "Mlilia" es probable que cambiaran la arabización por un fonema más castellano como lo es la "ll", terminando por vocalizar la unión consonántica "ml" con una "e" de apoyo (inexistente en el árabe también) con el fin de "desarabizar" el nombre de la ciudad que ya era española. El resultado final de este proceso sería "Melilla".

Historia


Melilla la Vieja.

Faro de Melilla.

[editar] Edad Antigua

La ciudad de Melilla remonta su historia al establecimiento en el siglo VII a. C.[cita requerida] de comerciantes fenicios que aprovecharon su situación cercana al estrecho de Gibraltar y las rutas comerciales del Mediterráneo occidental para prosperar, alcanzando su esplendor hacia el siglo II a. C. Con la decadencia púnica, Rusadir formará parte del reino de Mauretania que sería incorporado a la provincia romana de Mauritania Tingitana en el año 42 d.C.

[editar] Periodo Islámico

Más tarde con la llegada de los árabes a partir del 680 la península de Guelaya es obviada para continuar conquistando la antigua Hispania, al cruzar el Estrecho Tariq en el 711 y continuarían los árabes hasta el 732 en la antigua Hispania Septimana; pero una guerra entre las ciudades de Fez y Tremecén harán que la población de Rusadir abandone las ya ruinas melillenses. Así, el territorio permaneció abandonado hasta que a partir del siglo X fue recuperado por Abderramán III, quien mandó una flota desde Málaga en el 927, integrándose así en el Califato de Córdoba y manteniendo estrechas relaciones con la Hispania musulmana de al-Ándalus.

[editar] Edad Moderna

La expansión de portugueses y castellanos en el norte del Reino de Fez durante el siglo XV culminó con la entrada de Pedro Estopiñán en la ciudad en 1497, que pasó a depender del Ducado de Medina Sidonia y a partir de 1556, de la corona española.
El 19 de septiembre de 1774, emisarios del sultán Mohamed ben Abdallah se presentan en Ceuta declarando la ruptura del tratado y expresando su intención de desalojar a los cristianos. El 23 de octubre el monarca español Carlos III declara la guerra y el 9 de diciembre las primeras tropas imperiales comienzan el sitio de Melilla que duraría hasta el 19 de marzo de 1775. La ciudad es defendida por el mariscal de campo Juan Sherlock.[4]

Edad Contemporánea


Vista de Melilla.
En 1860, con el Tratado de Wad-Ras, se establecieron los límites fronterizos de la ciudad con Marruecos, trazados hasta donde alcanzaban los disparos del cañón de "El Caminante", según lo estipulado en dicho tratado. Tres años más tarde se creó el puerto franco y en 1864 las autoridades españolas permitieron el asentamiento libre de personas en la ciudad. La inmigración de la pernínsula fue escasa al principio pero comenzó a tomar fuerza tras el fin de la Guerra de Margallo en 1893.
Durante el último tercio del siglo XIX y el primero del siglo XX, Melilla fue escenario de intermitentes enfrentamientos que desembocaron en el conflicto de la Guerra de Marruecos. Las sucesivas batallas de Barranco del Lobo en 1909 y de Annual en 1921, causaron un gran impacto en la opinión pública española y forzó la alianza militar entre España y Francia que permitió la constitución del Protectorado español de Marruecos.
El establecimiento del protectorado tuvo efectos muy positivos en la economía de la ciudad, que se convirtió en la capital económica de la parte oriental. La explotación de las minas del Rif propició el desarrollo una industria derivada de éstas y el tráfico de mercancías y la pesca aumentaron junto con los beneficios derivados del aprovisionamiento del ejército.
Fue en Melilla donde se produjeron los primeros acontecimientos de la sublevación militar de 1936 contra la II República que desencadenaron la posterior Guerra Civil Española y el establecimiento del régimen franquista en España. Franco desarrolló unas buenas relaciones con las naciones árabes al no reconocer al estado de Israel y ayudó a la causa independentista de la parte francesa de Marruecos permitiendo manifestaciones nacionalistas en ciudades bajo dominio español, emisiones de radio y el tráfico de armas, que frecuentemente entraba a través de Melilla. Sin embargo, tras la independencia de la zona francesa en 1956, no pudo evitar lo propio de la zona española debido a constantes disturbios y la presión de Estados Unidos.
Así, el Gobierno español reconoció la soberanía de todo Marruecos, comprometiéndose a respetar la unidad territorial del reino. En este reconocimiento oficial es en el que se basan las reclamaciones territoriales de Marruecos sobre Melilla y Ceuta. La independencia de Marruecos tuvo un impacto tremendo en Melilla a nivel económico y las sucesivas entregas de territorio español a Marruecos -Cabo Juby (1958), Ifni (1969), Sáhara Occidental (1975)- desataron el pesimismo en la ciudadanía.
Hasta 1995 era una comarca de la provincia de Málaga, fue en dicho año cuando la ciudad accedió administrativamente al estatuto de ciudad autónoma siendo a principios del siglo XXI uno de los motores económicos de la región rifeña, basado en su condición de puerto franco y los intercambios comerciales, a la par que centro de atención de los flujos migratorios de población africana hacia los territorios de la Unión Europea.

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Cultura

Se distingue por ser una población pequeña donde conviven cuatro culturas (religiones): cristiana, musulmana, judía e hindú, aunque la cultura predominante políticamente hablando es la peninsular (cristiano-occidental). La cultura y tradiciones judías en Melilla no tienen repercusión social, siendo los festejos judíos de carácter más privado. Las festividades islámicas, sin embargo, siempre han tenido un carácter mucho más abierto y público en todas las poblaciones donde existe una representación de esta religión, sin embargo, en Melilla, se reducen los festejos a un determinado sector de la ciudad como son la zona del Rastro o los barrios eminentemente poblados por musulmanes. Es de destacar, no obstante, que en los últimos tiempos ha habido una "apertura" por parte de la población musulmana hacia el exterior, celebrando, por ejemplo, el "Aid Al Kebir" en un campo de fútbol al aire libre.

Lenguas

El castellano es la lengua oficial. Algunos movimientos bereberes como la asociación Intercultura, presidida por Yonaida Sel-Lam, se han unido a la causa del reconocimiento del tamazigh como lengua cooficial en Melilla, un extremo apoyado por el partido localista Coalición por Melilla, que, con la ayuda de Izquierda Unida, presentó este asunto ante el Congreso de los Diputados[cita requerida] sin éxito hasta la fecha. También se habla por parte de la comunidad musulmana el árabe, por parte de la comunidad judía el hebreo, aunque en menor número.

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